24 de mayo de 2010

Bibliotecas con humor

Bibliotecas con humor

19 de mayo de 2010

Los diseños de investigación y su implementación en Educación. Echevarria Hugo Darío




Echevarría, Hugo Darío / Los diseños de investigación y su implementación en Educación. Homo Sapiens, 2005. ISBN 950-808-460-X


Este trabajo se propone dar una visión integral del proceso de investigación, en la que pueda apreciarse el lugar que ocupa el diseño de investigación, desarrollar una simbología que pueda aplicarse tanto a los estudios experimentales como a aquellos que no lo son y presentarlos a todos con la misma forma de representarlos, plantear el problema de la validez para algunos diseños, analizar las ventajas y limitaciones de cada uno, como así también los requisitos que supone su aplicación. 

Donación de los Profesores Aquistapace, Migliorata, Correa

Demian : historia de la juventud de Emil Sinclair. Hermann Hesse


Demian es una de las obras más emblemáticas de Hermann Hesse (1877-1962). La novela en la que late la repulsa de la sociedad burguesa, masificada y el llamamiento a los elegidos (los que llevan en su frente el "estigma de Caín") para conquistar la autenticidad y emprender la reconstrucción comunitaria de la humanidad. Narra la historia de la juventud de Emil Sinclair, quien en ruptura con el mundo claro y seguro de su infancia, va a buscar su personalidad y su destino, sólo realizables en el mundo oscuro y amenazador de los adultos.

"El hombre adulto que ha aprendido a convertir una parte de sus sentimientos en pensamientos, echa de menos éstos en el niño y cree que las vivencias tampoco han existido".

"Cuando las transformaciones de la corteza terrestre arrojaron a los animales acuáticos a la tierra y los animales terrestres a las aguas, fueron los animales preparados a aceptar el destino los que pudieron amoldarse a lo nuevo e inesperado y salvar así su especie. No sabemos si tales ejemplares eran los que antes habían destacado como conservadores o, por el contrario, como originales y revolucionarios. Estaban preparados y por eso salvaron su especie para nuevas evoluciones".

10 de mayo de 2010

De cómo el fuego fue protegido por los tehuelches

Para los tehuelches el origen del fuego, por supuesto, estuvo a cargo de su héroe, Elal… Sin embargo otros pueblos han explicado a su modo la génesis de tan preciado elemento que aseguró las culturas aborígenes patagónicas…
Una vieja historia cuenta que los mapuches no conocían el fuego, pero que lo descubrieron gracias a dos hermanitos que, mientras jugaban, se desafiaron para ver quién hacía giran más rápido un palito en un nido de pasto seco… ¡Y si queman todo con su juego! Dicen los que estuvieron allí que el incendio fue tan grande que devoró los montes y corrió a los animales hasta atraparlos. Después de tan terrible catástrofe los hombres se quedaron sin presas para cazar. Esto produjo una angustia muy profunda: ¿morirían todos?
Entonces convocaron a los ancianos de la tribu. Ellos, sabiamente, dijeron que la carne de esos animales quemados no podía ser impura porque el fuego venía del Dios Padre. Y comieron así por primera vez carne asada y la encontraron deliciosa. Tan rica resultó que, desde ese entonces, los mapuches quisieron hacer fuego y conservarlo porque les daba la posibilidad no solo de cocinar sus alimentos sino de disfrutar su mágica luz y su intenso calor. Así aprendieron a reunirse en ronda alrededor de las llamas amarillas y rojas como pequeños soles.
Fue tan maravilloso el descubrimiento que ninguno de los pueblos de la Patagonia quiso privarse de él, entonces aprendieron a encender el fuego como lo hicieron jugando los niños: frotando un palo sobre una superficie de piedra, o dos piedras entre sí, cerca de hierba seca para que una chispa le hiciera arder.
Pero claro era difícil provocarlo y más difícil todavía conservarlo. ¿Cómo convencer a los vientos para que no soplaran? ¿Cómo explicarle a la lluvia que no lloviera? ¿Cómo protegerlo del malvado Gualichú que por pura diversión intentaría robarlo o apagarlo? ¿Cómo entretenerlo para que no se cansara de arde y se fuera de nuevo?
A los tehuelches se les ocurrió encerrarlo en vasijas de barro y lo cuidaron ofreciéndole alimento y protección. Como las mujeres fueron las que se ocupaban de él, tal como de un niño más, cuando lo necesitaban, con suavidad y dulzura le solicitaban algunas brasitas y con ellas encendían nuevos fuegos.
Pero, ¿si el fuego se apagaba?
Cuentan los que estuvieron allí que había terribles castigos para la mujer que se dormía o se olvidaba. Es que el frío resultaba muy intenso y los hombres no podían permitirse perder el sagrado tesoro que había sido otorgado como don de Dios. Por eso también, en las ceremonias, el fuego volvía a Dios a través de las ofrendas: animales, frutos de la tierra, o hermosas vasijas hechas por sus propias manos.
Tampoco se olvidar de celebrar, con mucho respeto, el fuego de Pillán, que es el fuego de lo más hondo de la tierra que escupido por las rocas enojadas o los dolientes volcanes. ¿No es Pillán, desde las montañas el que maneja y destina las terribles tormentas de fuego del cielo y de la tierra? Es necesario que esté contento para que sus rayos no destruyan y quemen el corazón de la vida. Por eso lo respetan y lo veneran, para que no se enoje y traiga el fuego que devora.
También reconocen la fuerza de Cherufe, el fuego celeste de los aerolitos que caen y misteriosamente se vuelven piedra colorada y ya nunca más arde. Porque no es cuestión de que el fuego se despierte y se encuentre solitario y abandonado por los hombres.
Los ancianos dicen que en las lejanas estrellas viven los espíritus de los antepasados, las almas de los que se fueron, y desde arriba contemplan a sus parientes con el permiso de Elal. Por eso tampoco desatienden a esos fuegos tan lejanos en sus rituales.

Lautaro Parodi
Leyendas indígenas de la Argentina
Ediciones del Club

El perro y el fuego

  Bastante tiempo pasó. Un día apareció una mujer que practicaba el canibalismo; los tobas se unieron contra ella y lograron vencerla. Una vez dominada, la echaron al fuego para terminar simbólicamente con la transgresión.
Otro día llegó una tiniebla muy espesa que todo lo cubría. Había sido precedida por un perro enfermo que se paseó por el caserío de los tobas. Todos lo despreciaron y lo quisieron fuera del poblado; le arrojaron piedras, hasta que se marchó hacia otro, del que también fue expulsado con violencia. De noche regresó y después de andar recorriendo las casas, llegó a la morada de una pareja que no tenía hijos. Sintieron pena por él y lo llamaron para que se acercase al fuego. Le prepararon un sitio con abundante pasto para que se recostase y después lo alimentaron. Pensaron en curarlo y conservarlo como guardián de la casa.
Se acostaron tarde y una vez dormidos, el sueño del hombre fue interrumpido por un mensajero. Le indicó que debían empezar a trozar madera del árbol Francisco Álvarez exclusivamente. La pila de leña tenía que alcanzar una altura determinada bajo la copa de otro árbol. Durante su tarea, le aseguró que padecerían sed pero nunca hambre, le señaló que tendrían que transcurrir dos jornadas oscuras antes de iniciar la quema de la madera trozada y dedicarse a cocinar.
El mensajero –que llevaba una muy buena vestimenta, desconocida por esas tierras- convenció al hombre, que, por su parte, realizó lo encomendado con precisión. A la mañana siguiente, él y su mujer emprendieron la tarea. Alcanzada la altura prevista pudieron descansar. Al mediodía siguiente comenzó a llover y toda la leña del poblado –salvo la del árbol Francisco Álvarez cortada por la pareja- se mojó, y nadie pudo encender el fuego.
Todos se les acercaron solicitándoles madera, pero ellos no los ayudaron, ya que se habían comprometido a respetar las instrucciones recibidas. 


Troncos del Bosque Energético de Miramar

Lautaro Parodi
Leyendas indígenas de la Argentina
Ediciones del Club

9 de mayo de 2010

¿Quién mató a Rosendo? Rodolfo Walsh



"Este libro fue inicialmente una serie de notas publicadas en el semanario CGT a mediados de 1968. Su tema superficial es la muerte del matón y capitalista de juego que se llamó Rosendo García, su tema profundo es el drama del sindicalismo peronista a partir de 1955, sus destinatarios naturales son los trabajadores de mi país.
La publicitada carrera de los dirigentes gremiales cuyo arquetipo es Vandor tiene su contrafigura en la lucha desgarradora que durante más de una década han librado en la sombra centenares de militantes obreros. A ellos, a su memoria, a su promesa, debe este libro más de la mitad de su existencia.
En el llamado tiroteo de La Real de Avellaneda, en mayo de 1966 resultaron asesinados el Griego Blajaquis y Juan Salazar..."

"En alguna oportunidad el vandorismo se ha jactado de no precisar para su acción teorías políticas complicadas. En efecto, los supuestos de esa acción están catalogados prácticamente desde que nació el movimiento obrero contemporáneo.
“El vandorismo” juzgaba en 1966 uno de sus grandes impugnadores, Amado Olmos “exhibe una brecha imposible de cerrar: su falta de ideología. Así Vandor obra a merced de aventurerismo, del oportunismo político”.
Los resultados de la acción son desde luego más importantes que los discursos y las intenciones, que Vandor relega sensatamente a los ideólogos del aparato.
Vandor atribuye al Sindicalismo un poder casi ilimitado: “En estas latitudes… ha sido y es fundamentalmente constructivo”. En nuestro país, las elecciones de 1958 demostraron su “poder real y concreto”. Sin él no se puede gobernar, si se lo elimina de la conducción nacional se produce el “estancamiento económico”.
¿Qué pretende este sindicalismo? No hay que asustarse. No se trata de “sostener un planteo clasista y sectario”. Clasista, pues, equivale a sectario. Ya Taccone, secretario general de Luz y Fuerza, lo ha dicho con un epigrama: “La clase obrera no es clasista”. ¿Será clase, por lo menos? ¿Será obrera?
Los obreros no persiguen ningún fin separado como clase: “Si consideramos que el sindicalismo es columna vertebral de la Nación, es porque pensamos en términos nacionales, es decir de totalidad, de comunidad”. La Nación es de una vez y para siempre la estructura actual, con sus opresores y sus oprimidos. La comunidad incluye de una vez y para siempre a los propietarios y a los desposeídos. Esa estructura no debe ser alterada ni atacada mediante planteos clasistas y sectarios: “La paz social no sólo es posible sino necesaria”.
Se trata de reformar “la antigua sociedad liberal e individualista” de convertirla en una verdadera “comunidad nacional”. Para ello el sindicalismo debe institucionalizarse, ser factor de poder, parte integrante del poder: “Pienso que la única forma en que las relaciones entre el sindicalismo y el poder público adquieran carácter permanente, es con la participación del sindicalismo en este último”.
El modelo ideal de esa participación es, naturalmente, el gobierno peronista, concebido no como un paso adelante para la clase trabajadora, sino como el paso definitivo, el último de ascenso, el no-va-más de la historia. En ese período “el sindicalismo… es parte integrante del gobierno e interviene en todas las decisiones que hacen a la vida nacional”. Este modelo de relación entre sindicatos y el Estado es, al parecer, eterno, independiente de la naturaleza de ese Estado y de las fuerzas económicas que expresa. La posición aceptada por un estado burgués nacionalista, que traduce la expansión de las fuerzas productivas internas, puede formularse el Estado frondizista que refleja el retroceso de esas fuerzas, reformularse ante el Estado de Onganía que sanciona la definitiva penetración de los monopolios. Se trata de “participar” en cualquiera: basta que a uno lo dejen…
Como un corte geológico o el tronco de un árbol, el documento de la ideología vandorista exhibe las sucesivas etapas de la transacción, los estratos históricos en que se volvió a negociar lo ya negociado, todas las variables del oportunismo que acusaba Olmos.
Ese conjunto de ideas y proposiciones han aparecido reiteradamente en las solicitadas de la UOM (Unión Obrera Metalúrgica), en los reportajes a Vandor. Citaremos solamente uno, publicado a comienzos de 1968 en la revista “Siete días”. Allí Vendor reafirma: “Lo que hay que rescatar es la revolución, no interesa quien la haga…, todos los sectores sociales sin prejuicios de clase… Yo no soy partidario del movimiento clasista”. Incidentalmente el neo-clasismo de Vandor se ha revelado en cada momento crítico como macartismo auténtico.
Como se ve, la burguesía no tiene nada que temer de Vandor. Lo que él pretende es que las cosas mejoren dentro del sistema, “discutir y decidir en un pie de igualdad”, llegar a un “arreglo permanente”. ¿Discutir con quién? ¿Arreglar con quién? Con los empresarios, naturalmente, y con el ejército, que es una realidad. Esto conviene a todos. “A mayor consumo de la clase trabajadora, mayores inversiones de capital” y “mayor desarrollo industrial”. La relación, en suma, se resume como “decidida participación en el desarrollo”.
La comunidad capitalista no aparece cuestionada, la lucha de clases no es reconocida, la paz social debe mantenerse, se requiere ser factor de poder y no tomar el poder.
Discutir el vandorismo desde la perspectiva de una teoría revolucionaria de la clase obrera es reencontrar uno por uno los viejos lugares comunes del reformismo, del sindicalismo burgués…
Es bueno, sin embargo que los trabajadores aprendan a reconocer las ideas que conducen a esos hechos, y que sepan también que las ideas no son inocentes, que el  desprecio por la ideología de la clase obrera es una promesa segura de traiciones, y que las traiciones no se consuman porque sí, sino en pago de algo. Bien lo dijo Amado Olmos, refiriéndose no sólo a Vandor, sino al grupo de jerarcas enriquecidos, de burócratas complacientes que lo han acompañado en sus aventuras. “estos dirigentes han adoptado las formas de vida, los automóviles, las inversiones, las casas, los gustos de la oligarquía a la que dicen combatir. Desde luego con una actitud de ese tipo no pueden encabezar a la clase obrera”."

Rodolfo Walsh nació en 1927 en la localidad de Choele-Choel, provincia de Río Negro. Su nombre integra desde el 25 de marzo de 1977 la larga lista de desaparecidos durante la dictadura militar iniciada el 24 de marzo de 1976.


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 http://www.taringa.net/posts/downloads/1118384/Rodolfo-Walsh---Documento-Hist%C3%B3rico-de-1968.html






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