18 de agosto de 2009

Discapacidad por accidente de tránsito: medidas y prevenciones





I.S.D.F.D Nº 84
Mar del Plata. Argentina
Carrera: Profesor de Educación Física
Materia: Sociopolítica
Curso: 1° año
Alumna: Galliano Silvana
Profesor: Pablo Ball-llatinas
Diciembre 2008

Resumen
La discapacidad por accidente de tránsito es una consecuencia de la falta de educación vial que acecha en nuestro país, el cual cuenta con un número alarmante de damnificados.

Médicos y especialistas luchan por conseguir diferentes avances que permitan la recuperación de las lesiones ocasionadas por accidente.
Lamentablemente por parte del gobierno no recibimos la información necesaria para tomar conciencia.

La Educación, tendría que ser el punto de partida, donde además de todos los conocimientos curriculares, se capacite y se concientice al niño desde la formación de la educación como un contenido más a desarrollar, prestando igual importancia que al resto de los temas establecidos a lo largo de su formación. Asumiéndolo con la misma responsabilidad y desafío que el resto de las propuestas.

Tampoco utiliza los medios de comunicación y la publicidad para tomar cartas en el asunto, lo que ocasiona un amplio desconocimiento de las consecuencias y tragedias que aborda en nuestros tiempos por causa de esta negligencia y falta de comunicación

Las pocas y empobrecidas campañas que brinda el gobierno, sólo en algunas instancias del año son insuficientes para combatir la gravedad de esta problemática.

La toma de conciencia y la información son necesarias para mejorar. Así también como un conciente bombardeo de información, comunicación sobre Educación vial, sumada a importantes multas y sanciones que se le debería otorgar a los infractores, y que entre otras cosas todavía no se está llevando a cabo en su mayoría.

Palabras clave
Discapacidad, Accidente de tránsito


Contenidos
· Introducción
· Definición
· Datos en cifras de damnificados.
· Causas de accidente.
· Precauciones.
· Opinión de diferentes especialistas en la medicina (traumatología –rehabilitación).
· Campañas gubernamentales y otras.
· Reseñas de algunos políticos, ecónomos, sociólogos, educación
· Medios de comunicación
· Conclusión
· Bibliografía


Introducción
La discapacidad por accidente es toda restricción o ausencia (debida a una deficiencia) de la capacidad de realizar una actividad en la forma o dentro del margen que se considera normal para un ser humano, ocasionada por un hecho o circunstancia repentina e inesperada identificada en el tiempo y espacio.

La discapacidad por accidente, es una realidad latente en nuestro país

Esta realidad, es una consecuencia de la falta de educación vial, poca responsabilidad e incoherencia a la hora de respetar la vida propia y la de los demás.

En mi monografía pretendo hacer llegar la realidad de la gravedad por la que nuestros ciudadanos estamos atravesando, con un número de personas damnificadas que llama notablemente la atención. El por qué de respetar las diferentes formas de seguridad y la importancia de cada una de ellas, y que tener en cuenta a la hora de utilizar los diferentes medios de transportes. La falta de educación, conocimiento y comunicación, existente en este tema. Así también como algunas propuestas del gobierno y otras entidades.


Datos en cifras de damnificados
Quiero comenzar, alertando sobre las cifras presentadas por accidentes de tránsitos y discapacidades. Éstas son sorprendentes a nivel mundial.

Y es en Sudamérica en donde la cantidad de accidentes de transito y discapacidad llama notablemente la atención.

En cifras

17.919 Son los heridos graves en siniestros viales en el primer semestre de 2008. El 60,20% tiene menos de treinta años.

12.000 Son los heridos en calles y rutas que cada año quedan con discapacidades físicas de leves a severas permanentes.


39,7% Son los lesionados que conducían vehículos, en la franja de heridos de más de 50 años; los acompañantes llegan al 39,7%.


Aunque las cifras son importantes y hasta alarmantes, peores son las causas que los ocasionan. Estos datos son reunidos por educación vial, asociación civil.

Las causas de los accidentes
Alcohol. Es considerado una de las principales causas de accidentes. Se tolera hasta 0,5 gramo por litro de sangre para conductores particulares (el CESVI propone reducirlo a 0,2), y nada para los conductores profesionales.

En algunas encuestas realizadas.
-El 92 % sabía que "un par de vasos de vino u otra bebida alcohólica afecta los reflejos para conducir automóviles", sin embargo en una encuesta sobre hábitos alimentarios y conducción el 83% reconocía" conducir después de haber ingerido alcohol".

Exceso de velocidad. No sólo provoca accidentes sino que también agrava sus consecuencias. Para un motociclista que va a más de 50 kilómetros, aún el casco reduce su efectividad. Sin embargo en las encuestas realizadas
-El 76% reconocía que "la conducción a mayor velocidad de la estipulada, aumentaba el riesgo de sufrir un accidente de tránsito, sin embargo en una encuesta acerca de su velocidad habitual de conducción en ruta, el 45 % de la población reconocía "circular a
130 Km. /h o más en ruta".


Luz roja. El cruce con el semáforo en rojo es una de las principales causas de accidentes en la ciudad.


-El 100% de los encuestados conocía el significado del semáforo rojo, sin embargo en una observación sistemática realizada en las encrucijadas con semáforo de la ciudad de Bs. As., se comprobó que, diariamente, aproximadamente 1.903.560 veces los conductores no respetaban el semáforo rojo, equivalente a 4 violaciones de semáforo rojo cada 3 días por cada auto particular circulante y 3 semáforos por hora por cada colectivo que circula, si dividimos la cantidad de violaciones diarias (1.903.560) por la cantidad de vehículos circulantes en la ciudad (1.400.000).

El airbag no excluye el uso del cinturón. El apoya cabezas debe quedar a no más de 4 centímetros del conductor, y la parte superior a la altura de sus ojos.

Las encuestas realizadas dieron como resultado que -El 67% de la población reconocía que "el cinturón de seguridad protege a los ocupantes de vehículos en caso de accidente de tránsito", pero solamente el 3% de esa misma población lo usaba.


-El 71% reconocía que "los niños pequeños no van seguros en los asientos delanteros yendo sueltos o aún sostenidos por un mayor", sin embargo, un 42% de los padres llevaban a sus hijos en esas condiciones en el asiento delantero del automóvil.

Por qué usar el cinturón de seguridad:

  • Impide golpearse o ser despedido del vehículo hacia una muerte casi segura.
  • En la ciudad, aún a poca velocidad, también evita la muerte o lesiones graves.
  • Protege también a los pasajeros de los asientos traseros, que corren el mismo riesgo que los conductores.
  • Es importante, aún en casos de incendio, vuelco o inmersión en agua, donde puede evitar que el accidentado se fracture, pierda el conocimiento, y por ende, la posibilidad de salir con vida del vehículo. Un solo segundo alcanza para desabrocharlo. Es el mejor seguro de vida dentro de un automóvil.
  • Es obligatorio su uso en vehículos particulares y profesionales en todos los asientos. No utilizarlo implica la posibilidad de ser multado.
  • El sistema público de salud concurre solidariamente en el auxilio de los accidentados, por lo que la disminución de los mismos tiene una correlación directa con el mejor aprovechamiento de los recursos de la Ciudad.
Cuando ocurre un accidente, se producen dos impactos: el primero es el choque o colisión como tal y, el segundo, producido como reacción, es el choque de los ocupantes del vehículo con el parabrisas e incluso, su expulsión fuera del vehículo.
Este segundo impacto es el que causa la mayor cantidad de lesiones y muertes.
Distancia de 5 segundos. La distancia de seguimiento respecto del vehículo que va adelante ayuda a reaccionar mejor ante un imprevisto.
Medida que no es conocida por la mayoría de los conductores, o que pasan por alto.

La tragedia viaja en moto, parece ser que las personas que viajan en moto, no toman conciencia de la utilización del casco como 1º medida de prevención de lesiones ante un accidente.

Así como tampoco de ninguna de las normas de tránsito que se deben tener en cuenta a la hora de manejarse con este medio de transporte que son las motocicletas y que dejan a los conductores y acompañantes completamente expuestos ante un siniestro, siendo su propio cuerpo el que será impactado ante cualquier hecho, y teniendo como única medida de seguridad el casco, el cual esta fuera de moda, o resulta incomodo de usar, según las encuestas realizadas por asociación civil.
Según el CESVI, que recoge datos de las aseguradoras, los conductores de motos y ciclomotores que resultan lesionados aumentaron del 24,5% en 2006 al 30,8% este año. También creció el número de sus acompañantes heridos: del 5,2% al 7,5%. Son muy jóvenes: los primeros tienen en promedio 28 años, y los acompañantes, 25 años.
En la franja de 19 a 30 años, los motociclistas representan el 48,2% de todos los heridos del tránsito. Sus lesiones los inmovilizan, en promedio, durante 34 días. Un estudio del Foro de Investigación en Salud calcula en sólo el 30% el uso del casco; su ausencia duplica las lesiones en la cabeza en caso de accidente y aumenta en un 30% el riesgo de muerte. En las encuestas realizadas sobre el uso del CASCO.
-El 65% de los conductores de motos o ciclomotores reconocían el efecto protector del casco en caso de accidente. Sin embargo, en observaciones en vía publica, solamente el 19% lo usaba.
Aún en los cálculos más optimistas, decenas de miles de personas, en su mayoría muy jóvenes, resultan heridas cada año en siniestros viales, los mal llamados accidentes de tránsito. Según el banco de datos del ISEV (Instituto de Seguridad y Educación Vial), el año pasado 35.770 personas sufrieron lesiones graves, una cifra superior a la de 2006 (31.025). Muchos se recuperarán, pero por lo menos un tercio de los heridos, cerca de 12.000 personas, unas 33 por día en promedio, quedará con discapacidades físicas permanentes.
El progreso en la medicina prehospitalaria y en la recepción del traumatizado generó un mayor número de secuelados y de discapacitados permanentes, observa el doctor Gustavo Tisminetzky, jefe de la Unidad Urgencia del Hospital Fernández. Dicho de otro modo, cuando actúan tras un choque o un vuelco, los médicos salvan cada vez más vidas, pero muchas veces no pueden evitar las consecuencias irreversibles.
Mejorar en los cuidados inmediatos y en la atención de los heridos serán objetivos del 18° Congreso Argentino de Terapia Intensiva y del 3° Congreso Argentino de Patología de Urgencia, Emergentología, Trauma y Cuidados Críticos. El encuentro servirá además para que los médicos armen un registro empírico paralelo, a falta de registro oficial, señala el doctor Eduardo San Román, presidente del congreso y ex titular de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI).
El número de víctimas fatales del tránsito es una incógnita persistente. Las cifras oficiales varían según la fuente, y son cuestionadas por las entidades dedicadas a la seguridad vial. En cuanto a heridos también hay serias diferencias: 174.339 en 2007 según el Sistema Nacional de Vigilancia de Lesiones del Ministerio de Salud; y 90.641 según el Registro Nacional de Antecedentes de Tránsito, en ambos casos sin distinción de gravedad.
Los números disponibles deberían alcanzar para evitarlo: 6 de cada 10 heridos graves tienen menos de 30 años, lo que implica costos inmensos de todo tipo. El doctor Jorge Neira, ex presidente de la SATI y del SAME menciona la teoría del iceberg: lo que se ve son los costos en atención médica, los administrativos (etapa sumarial y judicial), y los materiales.
La etapa más cara del traumatizado, la 'primera semana la paga el Estado', observa Tisminetzky. Después empieza la pelea entre la obra social o prepaga y el seguro.
Lo que no se ve es mucho mayor, las décadas de ingresos perdidos por discapacidad, y los costos para atenderla. Un trabajo realizado por el Foro de Investigación en Salud, del Ministerio de Salud, apunta que a ese cálculo falta incorporar la pérdida de ingresos de las personas que cuidan a la víctima, y la valoración económica de la calidad de vida perdida a causa de las lesiones.
Este es un costo que paga la sociedad. Tanto los médicos especializados como varios sobrevivientes de siniestros viales subrayan que, además, en la Argentina hay muy pocos centros dedicados a la rehabilitación de discapacitados. A esto se suma que las calles y los entornos públicos tienen escasa accesibilidad.
Los emergentólogos proponen categorizar y acreditar los hospitales como centros de trauma. Y además, dar capacitación comunitaria en prevención. La prevención es para todos, todo el tiempo. Cuando alguien se descuida, se pone en riesgo.

Por cada muerto en el tránsito, hay 78 discapacitados y 500 heridos.

La inseguridad vial suele medirse según la cantidad de vidas que se pierden en cada choque. Sin embargo, las cifras de las lesiones leves y graves que se producen en cada colisión, ya sea contra otro vehículo o un peatón, duplica el nivel de mortalidad en las calles y las rutas.

Se estima que en nuestro país, como en el resto del mundo, por cada muerte en el tránsito hay 3 personas que sufren alguna discapacidad permanente, 75 alguna discapacidad temporaria y alrededor de 500 heridos. En cualquiera de estos casos, las secuelas no sólo son físicas, sino también psicológicas y emocionales, tanto para las víctimas como para sus familiares directos.


"Tenemos cifras mucho más altas, incluso, que en los países desarrollados: dos veces más altas que en los Estados Unidos y hasta cuatro veces más altas que en el Reino Unido y Suecia. Y lo que vemos es que las tasas de lesiones no sólo no bajan, sino que están aumentando y que en los últimos 15 años no ha habido estrategia alguna para reducirlas", señaló el doctor Jorge Neira, presidente saliente de la Sociedad Argentina de Medicina y Cirugía del Trauma (Samct).

Las principales consecuencias de este tipo de traumas incluyen desde las más graves, como la hemiplejia, la cuadriplejia o el deterioro cognitivo por los golpes en la cabeza, hasta las más leves, como las fracturas.

"En el centro de rehabilitación, las secuelas más comunes que atendíamos eran los traumas medulares, pero ahora vemos cada vez con más frecuencia los traumatismos craneoencefálicos y las fracturas expuestas en choques en moto o automóvil, y básicamente por la falta de uso del cinturón de seguridad o del casco", comentó a LA NACION el doctor Miguel Ángel Acanfora, director médico de ALPI Asociación Civil. Allí, según la gravedad de las lesiones, la rehabilitación puede demorar entre dos meses y dos años, o más.


Para el especialista, lo que aún sigue sin corregirse es el tiempo que transcurre entre el momento de la colisión y la internación con las medidas correctas. La causa, aseguró, es principalmente la falta de unidades de trauma adecuadas en el país. Esto, sostuvo Acanfora, "ya debería llamar la atención en el nivel público".


Discapacidad por accidente y la sociología
Emilio Tenti Fanfani, sociólogo, expone: "El sistema educativo en general y el oficio del docente en particular no están al margen de las grandes transformaciones que está experimentando la sociedad argentina en este fin de siglo. La expansión de las coberturas educativas en todos los niveles y la aparición de nuevas y variadas ofertas de desarrollo y conocimiento en las personas, junto con los cambios profundos en la economía, el trabajo, la distribución de la riqueza, las articulaciones clásicas del Estado y sociedad, culturales y las políticas contemporáneas ponen en crisis los modos establecidos de hacer las cosas en la educación y el modelo que estructura la profesión del docente".

Por tal motivo, como expone el sociólogo, la educación va perdiendo su valor y credibilidad, así también como la falta de entrega a la hora de aprender.

Es por esto que, es cada vez mas difícil llegar a los jóvenes y que ellos realmente tomen conciencia de la necesidad que esta sociedad y país lleva a cuesta, para poner en funcionamiento las ganas de aprender a respetar nuestra vida y la de los otros.

La discapacidad está subregistrada, más aún sus consecuencias psicológicas para la víctima y su familia.

En una persona que queda con paraplejia o hemiplejia, que son lesiones típicas de un choque, el daño psicológico y emocional es enorme: pierden la carrera, no pueden seguir haciendo la vida normal y esto también altera profundamente al grupo familiar, que en muchos casos queda sin sustento, explicó la licenciada en psicología María Cristina Isoba, directora de investigación y educación vial de la asociación civil Luchemos por la Vida. "Son daños que no están medidos cuantitativa ni cualitativamente", agregó.

Por lo tanto, es un buen momento para rescatar el valor de la educación vial en las escuelas (ley 23.348) y comenzar a reducir la carga socioeconómica de estas lesiones prevenibles.


Pero los accidentes no son accidentales. Como fue postulado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), constituyen no solamente un gravísimo problema de salud pública, sino una enfermedad social definitivamente evitable que se puede prevenir con acciones colectivas concretas. Aquí algunas de ellas.
Todo conductor cree que va a vencer la somnolencia, cuanto más joven más fuerte es la convicción -advierte la doctora Blanco-. Pero las condiciones biológicas no se cambian a voluntad. No se puede estar sin dormir, hay que hacerlo cada 16 o 17 horas, si no se pierde la capacidad de atención, concentración, se pierde la consciencia de lo que se ve y se reduce la capacidad de reacción. Los jóvenes no pueden dormir menos de 8 horas diarias, y estudios internacionales demuestran que nuestros jóvenes tienen un déficit semanal de sueño de aproximadamente 11 horas. La privación crónica del sueño puede ser fatal: una persona que va a conducir no puede tener sueño y si lo tiene no puede conducir.
Si maneja, no use el celular. El alcohol y la somnolencia se suman a otro factor multiplicador de riesgos: el uso de celulares mientras se conduce. Un estudio publicado en el Medical Journal Of. Australia halló que los conductores de su país no son conscientes de los riesgos que implica hablar por teléfono mientras se conduce, ya que las distracciones que provoca cuadriplican la posibilidad de chocar.
No se deje presionar por sus pares. Un artículo reciente publicado en la revista Pediatrics describe las particularidades del conductor adolescente y afirma que la posibilidad de quedar involucrado en un accidente es proporcional a la cantidad de adolescentes que viajan en el vehículo. La presión de los pares también genera riesgos, cuando un adolescente, pero más habitualmente una adolescente no puede decirle que no a un amigo conductor que ha bebido. "Pedimos a los padres que hablen con sus hijos, de modo relajado y fuera de toda situación de estrés, para que no dejen manejar a quien ha bebido y, si no pueden evitarlo, que no se suban a ese vehículo, aunque otros lo hagan", concluye el trabajo.
No haga de la transgresión una norma nacional. Involucrarse es la palabra que usan los médicos de la Academia Americana de Pediatría para instar a los padres de adolescentes a comprometerse en la educación vial de sus hijos. Una de las principales recomendaciones es actuar como modelos para sus hijos, con el fin de que reciban el entrenamiento y supervisión adecuados antes de lanzarse a conducir. Además rescata el valor de la comunicación, para ayudarlos a incorporar conciencia de riesgo y responsabilidad de sus propios actos.
En la vía pública.
Precauciones a tener en cuenta cuando camina por la calle y viaja en colectivo:

· Cruce las calles siempre en las esquinas, donde está marcada la senda peatonal y no en la mitad de la cuadra. Cerciórese, además, de que el semáforo esté en verde.
· No atraviese un paso a nivel con las barreras bajas.
· Si los niños juegan en la vereda, nunca deben hacerlo en el medio de la calle para no interrumpir el paso de los peatones.
· Cuando espera un transporte no baje de la vereda. Si el colectivo llegara a parar lejos del cordón, asegúrese que no circule ningún vehículo entre ambos.
No corra para alcanzar un transporte en movimiento.

· No saque los brazos, ni asome la cabeza por la ventanilla.
· Si luego de descender de un medio de transporte usted cruza la calle, hágalo por detrás del vehículo del que se acaba de bajar.
· Si anda en bicicleta, sea precavido y circule por las sendas habilitadas para tal fin, siempre y cuando no haya un cartel que lo prohíba.
· No escriba sobre las señales de tránsito, ya que dificultará la lectura de quienes necesitan orientarse en la vía publica.

En rutas y autopistas. Algunas recomendaciones:

· Asegúrese que las puertas del vehículo estén bien cerradas, con más razón si viaja con niños.
· Use adecuadamente los cinturones de seguridad.
· Recuerde que tanto conductor como peatón deben cumplir las normas y señales de tránsito.
· Realice un mantenimiento periódico del automóvil (frenos, luces, limpiaparabrisas, neumáticos, mecanismos de la dirección, cinturones de seguridad).
No se olvide de encender las luces bajas, incluso de día.

· Recuerde que el manejo en la ruta requiere posicionar la vista unos 300 metros o más hacia adelante. Esto posibilita ejecutar maniobras de anticipación frente a un percance.
· Evite viajar de noche. De día es más seguro. La oscuridad no sólo reduce la capacidad de visión, también impide precisar correctamente las distancias.
· Si debe viajar de noche, antes de salir verifique el correcto funcionamiento de todas las luces, en especial las de freno y los guiños. Es conveniente lavar las ópticas para incrementar la luminosidad.
· Deténgase unos minutos después de dos o tres horas de manejo para desentumecer los músculos de las piernas.
· Si se detiene por algún percance retírese lo máximo posible de la ruta (incluso de la banquina asfaltada). Use las balizas intermitentes del auto.
· Ponga el primer triángulo reflector, como mínimo, a 100 metros detrás del automóvil detenido y el segundo triángulo a unos 50 metros.

Precauciones para los conductores a fin de evitar accidentes:

· No ingiera licor o medicamentos que puedan ocasionarle sueño.
· En viajes largos, trate de descansar con cierta frecuencia.
· No se distraiga mientras conduce.
· Lleve siempre el equipo de ruta (triángulos, tacos, linterna, botiquín de primeros auxilios, cuerda de tracción) en condiciones.

La discapacidad por accidente y la educación.
La educación es uno de los pilares para combatir el problema de la discapacidad por accidente.

La educación de todas, tanto de los que llevan a su cargo algún medio de transporte, como así también las personas que caminan por las calles, cruzan por una esquina, van llevando un carro de bebe, etc.

Es necesario, presentar una instrucción mas fuerte, y completa a la hora de sacar una licencia de conducir, por ejemplo, que realmente el ciudadano que a obtenga demuestre amplios conocimientos sobres las reglas, infracciones, y consecuencias que deja una mala conducta en la calle, ruta, etc.

Paulo Freire, influyente educador teórico de la educación, dice en algunas de sus frases.

“Es necesario desarrollar una pedagogía de la pregunta, y no una pedagogía de la respuesta.”

No solo hay que enseñar e intentar transmitir información, sino que enseñar, como dice Freire en su frase, es también preguntarnos a nosotros mismos y a los alumnos sobre temas que importen.

Esta incoherencia nos indica un manejo de información superficial, de conocimientos no significativos, en el sentido profundo, pedagógico constructivita del término, que deben conformar conocimientos funcionales, es decir, que sean utilizados o influyan en los comportamientos, en las circunstancias que lo hagan posible, y con diversas conexiones internas entre lo aprendido y lo anteriormente conocido por historia y experiencias personales. (FREIRE).

Es importante tomar conciencia de la importancia que cumple el docente en este pasaje e intercambio de conocimiento.

El docente sigue siendo la base de la educación, mas allá de todos los adelantos e innovaciones de la tecnología, es al docente para mi a quien hay que apuntar.

Si bien en la actualidad el docente esta desenvolviendo mas roles, aparte de los de intercambiar conocimiento, es importante que su preparación sea certera y sirva de ejemplo para aquellos que van a ser enseñados.

Sabemos que informar acerca de las normas de tránsito y las conductas seguras, es condición necesaria pero no suficiente para lograr cambios de actitudes y conductas en pro de la seguridad vial y la prevención de accidentes. Baste como ejemplo el tema del semáforo rojo, conocido por el 100% de la población pero ignorado en un inquietante porcentaje por los conductores, equivalente a 4 violaciones de semáforo rojo cada 3 días por parte de cada automovilista.

Necesitamos "motivar" a los conductores para un cambio de actitudes y el desarrollo de hábitos más saludables. Más aún, teniendo en cuenta que los controles del cumplimiento de la ley y las sanciones a los transgresores son insuficientes e ineficaces.

Sabíamos, por propia experiencia, que esta cuestión estaba descuidada en nuestro país, pero una investigación que indagó en la "eficacia de los controles de tránsito en la ciudad de Buenos Aires", reflejó en cifras las graves falencias en este campo con una desproporción absoluta entre infracciones cometidas y actas labradas, que arrojó un promedio de 1 acta de infracción labrada por cada 12000 infracciones "graves" cometidas.

Estas graves falencias generaban en la población, y continúa siendo así, la sensación de un virtual estado de "anarquía" donde, ante la falta de gobierno en el tema, la ley no regía y cada individuo quedaba desprotegido, sin reglas claras, librado a su criterio y parecer individual en su comportamiento en el tránsito.


Generar cambios de actitudes es un objetivo más ambicioso que lograr cambios de comportamientos, pero trabajar para ello es importante para alcanzar efectos duraderos en le tiempo, puesto que las actitudes determinan, en gran medida, los comportamientos.

Las actitudes se constituyen a lo largo de la vida de cada persona y son un complejo producto derivado de las experiencias individuales vividas en interacción con los demás, procesadas por cada individuo en función de sus características de personalidad, estado emocional, medio ambiente, experiencias previas, etc. Conformando un sistema de creencias y valores sobre la realidad que determinarán, en gran medida, las decisiones que el sujeto, tomará en una situación determinada.

A partir de estas conclusiones, el manejo de conocimientos superficiales y no significativos en la mayoría de la población, el desarrollo de comportamientos de riesgo en los usuarios de la vía pública, se ha decidido llevar adelante un plan general de concienciación y educación vial para la seguridad en el tránsito, para niños, adolescentes y adultos, que tiene como objetivo crear una nueva conciencia individual y social en torno al problema de los accidentes de tránsito y su prevención, en orden a desarrollar actitudes, comportamientos y hábitos responsables y solidarios en pro de la vida propia y la de los demás. Un verdadero desafío y una oportunidad para crear.

La discapacidad por accidente y la política
Los programas desarrollados hasta ahora, diferentes en alcances, ejecución y resultados, han contribuido a generar un importante cambio en la actitud de la población en torno al problema.

El Min. de Trabajo de la prov. de Buenos Aires detectó que el 40% de los choferes de colectivos de media y larga distancia no cumplía con el descanso que exige la ley.
Esa infracción fue corroborada durante los operativos que se realizaron en el último fin de semana largo en las principales terminales de ómnibus de la provincia. El operativo se realizó en las terminales de La Plata, Mar del Plata, Bahía Blanca, Panamericana y Ruta 197, Tandil, Villa Gesell y San Clemente.

Durante el mismo se inspeccionaron 744 micros, se labraron 303 actas de infracción y se suspendieron 21 viajes hasta que la empresa infraccionada reemplazo al conductor, dejando como saldo un 40,73% de ómnibus en infracción.

De acuerdo con la legislación vigente, los chóferes deben tener un descanso obligatorio de al menos 12 horas entre viaje y viaje. El Ministerio de Trabajo provincial detectó incumplimientos de esa norma desde dos aspectos: que el chofer incumplía con el descanso al momento de iniciar el nuevo viaje o que lo había incumplido recientemente, al examinar los inspectores la libreta de trabajo.

Unos 40 millones de mensajes de texto a los teléfonos celulares de las distintas compañías que operan en el país fueron enviados, como parte de la campaña de seguridad vial dispuesta por el Gobierno nacional para la pasada Semana Santa.

"Si te vas en Semana Santa volvé. Respetá las normas de tránsito. Manejá tu vida", señalaban los distintos mensajes de textos.

El ministro del Interior, Florencio Randazzo, destacó en una nota realizada para esas fechas por” La Nación” que esa breve formulación "busca concientizar a los clientes de las compañías de telefonía celular para que sean responsables a la hora de salir a la ruta".

En un comunicado distribuido por la cartera política, el funcionario aclaró que "los mensajes enviados" a través de las empresas Movistar, Personal y CTI "no implicarán ningún costo para el Estado y tampoco para los clientes que los reciban".

Y agradeció "especialmente a las empresas de telefonía celular que colaboraron desinteresadamente con el Gobierno para que esta campaña se pueda llevar adelante".


"Esta es una más de las acciones que estamos implementando antes de la Semana Santa y que tienen por objetivo salvar vidas, generando conciencia en todos los que somos conductores de un vehículo", enfatizó.

El titular de la cartera política reflexionó, finalmente: "Desde el Estado estamos convencidos de que con la ayuda de todos se puede conseguir el cambio cultural que se necesita para terminar con la muerte en las rutas argentinas".


También se realizaron otras campañas importantes para lo que fue semana santa.
Para dicha fecha, se implemento cancelar la circulación de camiones en horarios claves, para de esta manera poder dejar las rutas, mas liberadas.

En la actualidad se están llevando a cabo importantes controles de alcoholemias. Para este verano, se espera organizar grandes controles en rutas, y también en las ciudades, previniendo y multando a aquellos que no cumplan con la seguridad y normas de tránsito.

Como alguna ves mencionó el político y escritor Arturo Jauretche, “No existe la libertad de prensa, tan sólo es una máscara de la libertad de empresa”.

Solo tomamos conciencia y nos informamos de lo que otros quieren, esos otros son los políticos o medios de comunicación manejados por los poderes o los poderosos.

Solo se nos informa de lo que a pocos les beneficia, y así de esa manera nos volvemos cada vez más ignorantes.

Dejamos de lado lo que realmente nos hace débiles que es por ejemplo sufrir una discapacidad, pero claro esa publicidad no es pagada por ninguna empresa.

Mi pregunta es… ¿Por qué los políticos invierten tanto dinero,( pocas veces se sabe su destino), en las campañas políticas, para beneficio propio?.....

A esta altura de mi monografía son muchas las preguntas que siento que no tienen repuestas, pero que se que muchos se lo preguntaran cuando la lean.

Cuanto dinero destinado a beneficios de pocos, cuando una sociedad entera necesita ser alarmada por las consecuencias de un accidente, que deja cada vez mas personas con discapacidades.

Esas discapacidades impiden de alguna manera desarrollar los sueños y expectativas de un montón de personas que por falta de educación, información, o dedicación e importancia por parte de los políticos, y de ellos mismos, deja saldos de familias destrozadas, con daños irreversibles.

La discapacidad por accidente y la economía
Por parte del gobierno, son pocas las campañas e inversiones que se están realizando para concienciar a los ciudadanos.
Parece ser que para el gobierno, éste, como tantos otros temas no necesita de su atención, mientras que miles de personas mueren o quedan con algún tipo de discapacidad por esta causa.

Y aunque la invalidez deje costos muy altos para el Gob., este aparentemente prefiere cubrir esos gastos antes de utilizar fondos económicos para la inversión en rutas, señalización, publicidades de información y prevención. Así también como inversión en los controles de rutas, autopistas y calles de nuestro país.

También podría invertir, como se realiza en otros países, en estructuras como ambulancias, preparadas y equipadas, instalaciones de bomberos, y helicóptero para transados de víctimas en las rutas.

Por supuesto que nada de esto se lleva a cabo.

Como citaba el conocido ecónomo Milton Friedman, en la que señalaba, “los gobiernos nunca aprenden, sólo la gente aprende”.

Esta frase, nos muestra o bien refleja al menos para mí una realidad, ya que las consecuencias de las malas gestiones del gobierno las paga la gente, ya que la administración o los que gobiernan no pasan por las necesidades que acarrea una mala gestión.

Así como tampoco sufren las consecuencias de la discapacidad.

Por tal motivo al margen de las gestiones poco convincentes por parte del gobierno, como campañas de prevención y concientización, que solo son llevadas a cabo en épocas de caos, o en campañas que benefician su elecciones, depende de la conciencia de cada ciudadano, que camina o circula por algún medio de transporte, prevenir en cada esquina la suma de un nuevo discapacitado a causa de una mal difusión y falta de información e inversión.

La discapacidad por accidente y los medios de comunicación
Chomsky afirma: “El cuadro del mundo que se presenta a la gente no tiene la más mínima relación con la realidad, ya que la verdad sobre cada asunto queda enterrada bajo montañas de mentiras”.
Los medios de comunicación que se encuadran dentro de la política definida por Chomsky, tienen dos claros objetivos, por un lado mantener a los ciudadanos alejados de los temas importantes y por el otro influenciar al pueblo en las políticas que interesan a los que controlan los resortes principales de la economía.
Es muy rentable mostrar los accidentes de tránsito en los medios de comunicación.
Lo que no es tan rentable son las propuestas y campañas que los medios de comunicación podrían presentar constantemente en acuerdo con el gobierno, aprovechando estos medios para bombardear sobre las medidas y normas de seguridad que los ciudadanos deben utilizar en la calle, rutas y autopistas.
Conclusión
La conclusión de esta monografía pretende dar un aporte más sobre la importancia de cumplir con las normas de tránsito.

También manifestar el escaso interés de nuestro gobierno, que deberán ser el encargado de auxiliar a los ciudadanos, por medio de un mejor control en todas las rutas, calles y autopistas de nuestro país.

Tomando conciencia y reflexionando sobre la posibilidad de exigir una capacitación, y además una transformación en personal para controlar los diferentes sectores.

Seria sumamente importante hacer más insistencia en las sanciones que se les debiera aplicar a aquellos que no cumplan con las normas.

Saber además que la responsabilidad esta en manos de todos.

Todos los ciudadanos deberíamos ser responsables y conocer cuales son las normas de transportes impuestas, según las leyes, pero se entiende que poca es la inversión realizada para que todos los habitantes puedan educarse y tomar conciencia de cómo manejar y caminar respetando al otro.

La falta de comunicación por parte del gobierno, el desinterés por realizar una campaña tan exhaustiva como la que realiza cada político en época de elección, esa convicción e inversión seria necesaria para ayudar a educar a las personas, para evitar y prevenir.

Existen los medios necesarios para comunicar, informar y educar a todos los habitantes de nuestro país…lo que no existe, es por parte del gobierno, quienes son los que nos representan y protegen, es un interés verdadero por parar con la ignorancia y las consecuencias de esta realidad oculta, por la cual se están perdiendo muchísimas vidas, tantas que no se tiene un registro exacto y mucha gente esta en nuestro país sufriendo alguna discapacidad a causa de esto y además conviviendo con una discapacitada que produce un trastorno para la familia, afectando desde lo emocional hasta lo económico, y rompiendo el futuro y sueños de mucha gente inocente afectada por la falta de conciencia, educación y poca formación, que circula por las calles de nuestro país.

Hasta hoy ninguna campaña a sido lo suficientemente duradera y convincente como para poder llegar a todos, pero si es de todos la responsabilidad.

Multar y sancionar, y en algunos casos condenar severamente a aquellos que no cumplen con las normas es un buen ejemplo a seguir para aquellos que no conocen y que no están dispuestos a respetar su propia vida y la de los demás.

Bibliografía
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